En el año de 1979 Isaac Azimov, presentó un relato en Audio en alusión a un poema del escritor del siglo XIX Walt Whitman, donde se hastiaba de los doctos científicos y su incapacidad de maravillarse por el cosmos; para Whitman, los números, las pruebas, los guarismos que explican lo existente hastían, siendo tan sencillo simplemente salir a mirar.
Este poema bastó para que Azimov presentara su ensayo "Ciencia y Belleza", él refuta la tesis del poeta y lanza una serie de explicaciones sobre como ver más allá, de lo simple observable. Detrás de una estela en el firmamanto se esconden universos nacientes, llenos de vida y también moribundos. Luces que atraviesan las galaxias, masas inconmensurables y otras tan diminutas pero con tan gran poder que engullen todo lo que pasa cerca.
El relato es una crítica a la cortedad de pensamiento y observación, del conformismo intelectual, de la incapacidad de maravillarse por la bastedad del universo y de explicarlo de manera sublime. Una de las vertientes del arte reconoce que toda la naturaleza es bella y por tanto arte; arte para mí es todo lo que se hace con amor. la ciencia con amor es arte.
La interpretación es personal y vale la pena escucharla (o leerla).
En mi caso Whitman y Azimov tienen razón; una ciencia fría, llena de información para un auditorio lógico, en casos destructiva y poco compasiva es un fastidio para el espíritu. Y una vivencia sin explicaciones, conocimientos y descubrimientos también lo es.
x
Este poema bastó para que Azimov presentara su ensayo "Ciencia y Belleza", él refuta la tesis del poeta y lanza una serie de explicaciones sobre como ver más allá, de lo simple observable. Detrás de una estela en el firmamanto se esconden universos nacientes, llenos de vida y también moribundos. Luces que atraviesan las galaxias, masas inconmensurables y otras tan diminutas pero con tan gran poder que engullen todo lo que pasa cerca.
El relato es una crítica a la cortedad de pensamiento y observación, del conformismo intelectual, de la incapacidad de maravillarse por la bastedad del universo y de explicarlo de manera sublime. Una de las vertientes del arte reconoce que toda la naturaleza es bella y por tanto arte; arte para mí es todo lo que se hace con amor. la ciencia con amor es arte.
La interpretación es personal y vale la pena escucharla (o leerla).
En mi caso Whitman y Azimov tienen razón; una ciencia fría, llena de información para un auditorio lógico, en casos destructiva y poco compasiva es un fastidio para el espíritu. Y una vivencia sin explicaciones, conocimientos y descubrimientos también lo es.
x
